La buena salud es un hábito

Para muchos de nosotros es común asociar la buena salud con la ausencia de enfermedad ¿solamente. Pensamos que si no estoy visiblemente enfermo entonces estoy saludable. Estoy saludable si no debo tomar medicamentos o acudir a un centro de salud para que me traten alguna condición o anomalía. Sin embargo, la salud es mucho más que eso. Gozar de buena salud y bienestar integral involucra no solo el cuerpo físico, sino también la mente y las emociones. Cuando hablamos de bienestar integral debemos abordar todos los ámbitos: físico, mental, emocional e incluso espiritual.

El problema radica en que la mayoría de las veces no somos ni tan siquiera conscientes de lo que hacemos en cada uno de esos ámbitos. ¿Por qué? Porque la mayor parte de nuestro comportamiento, pensamientos y decisiones están guiados por hábitos.  Un hábito es un comportamiento adquirido que se realiza de forma regular y se convierte casi en involuntario. Es también un set de emociones, pensamientos, y comportamientos que se repiten una y otra vez. Tenemos hábitos a la hora de levantarnos, hábitos al momento de hacer las compras, hábitos al momento de comer, hábitos para tomar decisiones, reaccionar ante el estrés, entre muchas otras cosas. Mucha de nuestra vida se va en modo automático porque hemos adquirido hábitos que hemos mantenido por años. Incluso, hemos heredado hábitos de nuestros padres y abuelos y los mismos permanecen por generaciones.

¿Has escuchado alguna vez a alguien decir “Todos en mi familia tienen triglicéridos altos”? y lo que dicen es que es algo hereditario, no hay nada que hacer, ya está en los genes. Aunque es cierto que puede haber un componente genético en algunos padecimientos, muchos de los problemas de salud no son heredados, lo que se hereda son los hábitos y las costumbres o el estilo de vida. Haces lo que aprendiste de tu madre, quien aprendió de tu abuela y así por generaciones. Entonces, realmente se puede hacer un cambio si empezamos a tomar conciencia de lo que hacemos a diario. Las decisiones que tomamos sobre nuestra salud, nuestra rutina diaria, la cantidad de actividad física, como manejar el estrés, que comprar en el supermercado, que comer, si medito o no, y así con cada cosa en nuestra vida.

Es necesario que empieces a tomar conciencia de tus hábitos actuales y su relación con tu estado de salud. Porque la buena salud es también un hábito, o la consecuencia de los buenos hábitos. La salud es el mejor regalo que podemos dar a nuestros hijos por lo tanto también debemos heredarles buenos hábitos para que eso sea posible.

¿Estas list@ para gozar de buena salud?

Irene Fernandez